El PBI de América Latina creció 3.4% en el 2022, un aumento moderado en comparación al crecimiento de casi 7% del 2021 según información del FMI. Para este año, se estima que la economía solo crecería 1.7%.

El decrecimiento se debe a dos razones. En primer lugar, el año pasado estuvo caracterizado por una alta inflación a raíz del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, y las complicaciones logísticas después de la pandemia. En tanto, diversos gobiernos aumentaron las tasas de interés de referencia en todo el mundo para combatir con la inflación.

En ese sentido, el 2023 trae consigo una nueva serie de retos que pueden impactar de manera considerable a la región. El sector externo luce menos favorable. La progresiva desaceleración en los Estados Unidos y Europa, se suman a los menores precios de las materias primas y por si fuera poco, hay reportes que señalan que el fenómeno de la Niña puede extenderse hasta mediados de febrero.

A continuación, veremos los aspectos económicos particulares por país.

Perú

La economía peruana creció 13.6% en el 2021, uno de los mayores crecimientos de la región. Sin embargo, para el 2022 se espera que el crecimiento no supere el 3% (según el INEI fue de 2.7%).

Las razones de la desaceleración son de índole social y político. El país ha tenido seis presidentes en los últimos cuatro años, de los cuales dos han renunciado y dos han sido vacados por el Congreso. La última vacancia fue la de Pedro Castillo, el 7 de diciembre del año pasado, luego de un fallido autogolpe de Estado. Luego del intento, se desencadenaron protestas sociales que persisten y han sumado a más de 50 fallecidos.

La economía peruana había resistido a las crisis anteriores gracias al fuerte sector exportador de la nación. Sin embargo, las dificultades se han aglutinado. Junto a la crisis política se suman los conflictos sociales que han bloqueado el acceso a la mina Las Bambas, la tercera más grande del país y con la capacidad de producir 1.4% del cobre mundial.

Actualmente, la mina opera al 30% de su capacidad y teme que deba suspender las operaciones. La agencia calificadora Fitch cambió la perspectiva económica, de estable a negativa, pero mantuvo la calificación actual de BBB; el segundo grado de inversión más bajo. A pesar de ello, el tipo de cambio no ha tenido muchos problemas y el sol peruano se ha apreciado 3.7% en lo que va del año. Bajo este escenario, se proyecta un crecimiento de 2.6% para el 2023.

Colombia

Colombia experimentó una robusta recuperación del PBI desde el 2020. Así, la economía creció 7.5% en el 2022 tras el crecimiento récord de 10.6% en el 2021; lo que augura un crecimiento potencial positivo para el largo plazo. El resultado le permitió superar la caída del 2020 por lo que el crecimiento promedio entre el 2020 y 2022 fue de 3.4%.

El aumento del consumo privado fue el principal factor de crecimiento. En los primeros tres trimestres, el consumo de los hogares 20% superior al mismo periodo del 2019. No obstante, se espera que la tendencia cambie en el 2023 por factores que moderarán el consumo.

En primer lugar, la inflación en diciembre alcanzó el 13.1%, la cifra más alta desde marzo de 1999. En segundo lugar, las mayores tasas de interés han encarecido el crédito. Entre enero y diciembre del año pasado, el Banco Central de Colombia incrementó la tasa de interés de referencia de 2.5% a 12%. Por otro lado, el Indicador de Confianza del Consumidor —elaborado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE)— ha tenido una contracción progresiva desde el mes de agosto.

Otro elemento que suma incertidumbre es el efecto de la reforma tributaria que se aprobó en noviembre. La nueva ley aumentó los impuestos de la industria petrolera, el principal sector que aporta a las exportaciones colombianas. Por todos los factores explicados, se espera que la economía colombiana crezca solo 1.8% en el 2023.

Ecuador

El crecimiento en el 2021 fue 4.1% y en el 2022 se estima que sea de 2.9%. Pese a tener uno de los mejores resultados en los últimos dos años —4.2% es el crecimiento más alto del país en los últimos ocho años— la economía todavía no se recupera de la contracción de 7.8% del 2020. De esa manera Ecuador, junto a México y Venezuela, es uno de los pocos países de la región que aún no supera el impacto de la pandemia.

Una de las razones de ello se debe a la caída de la producción petrolera. Según fuentes oficiales, Ecuador promedió 479,000 barriles diarios de crudo en el 2022. El valor es el mismo del 2019 y supera solo en 1% a la producción del 2021. Entre las razones del estancamiento se pueden listar los retrasos en las licencias ambientales y los bloqueos en varios campos por parte de comunidades locales.

Venezuela

El 2022 puso fin a dos rachas negativas en la nación caribeña: la contracción económica y la hiperinflación. Por segundo año consecutivo, el PBI venezolano volverá a crecer. El FMI, la Cepal y el Observatorio Venezolano de Finanzas auguran un notable crecimiento debido a la paulatina reactivación de la producción petrolera nacional y los altos precios del crudo a nivel global. En tanto, la flexibilización de la algunas sanciones impuestas al gobierno venezolano han permitido el aumento de las exportaciones petroleras hacia la Unión Europea.

Para el 2022, hay múltiples estimaciones de crecimiento para Venezuela. Las más optimistas, como la del Banco Central de Venezuela, indica que el PBI creció 18.7% en el 2022. Las no tan optimistas, como la Cepal o el FMI, estiman un crecimiento de 6% y 10%, respectivamente. Para este año, ambas organizaciones pronostican un crecimiento pero a diferentes ritmos. La Cepal estima un aumento de 5% mientras que el FMI un crecimiento de 6.5%.

En cuanto a la hiperinflación, de acuerdo al fundador del Instituto de Economía aplicada, Steve Hanke, el periodo más adverso fue superado, ya que en buena parte del 2022 la inflación se mantuvo por debajo de 50%. A pesar de ser una alta cifra de inflación, no se compara a las de hace unos años que llegaban a los tres dígitos.

Sin embargo, el precio de la moneda estadounidense —que es clave para una buena parte de las transacciones comerciales del país— aumentó de manera considerable en los últimos dos meses. El tipo de cambio pasó de 5 bolívares por dólar a finales de mayo del 2022a más de 20 bolívares por dólar durante enero del 2023. En consecuencia, las proyecciones relacionadas a la inflación ya no son tan positivas.